Muchas personas tienen herpes genital pero no lo saben porque no presentan síntomas. Otras tienen síntomas muy leves y es posible que ni siquiera sepan que son causados por el herpes. Los síntomas típicos del herpes son ampollas o llagas abiertas que aparecen alrededor del área genital. Estas llagas pueden ser dolorosas y durar hasta 2 o 3 semanas, primero "supuran", luego forman costras y luego se curan. A esto a veces se lo denomina "tener un brote".
1. Episodio inicial
El primer brote suele ser el peor, el más prolongado, el más grave y puede resultar muy incómodo. Además de ampollas o llagas abiertas, es posible que tengas ganglios inflamados, fiebre y dolores corporales.
2. Repetir episodios
Por lo general, las recurrencias son más frecuentes durante el primer año después del brote inicial. Estos episodios tienden a ser más leves y de menor duración que el episodio inicial de herpes. Las recurrencias tienden a volverse menos graves, durar menos tiempo y ocurrir con menos frecuencia con el tiempo. Los brotes repetidos son más comunes en el caso del VHS-2 que en el del VHS-1.
Es posible que sientas hormigueo o picazón en el lugar de las llagas antes de que aparezcan, lo que puede ayudarte a prepararte para un brote futuro. En algunas personas, las recurrencias son tan leves que se las ha confundido con tiña inguinal, irritación por afeitado, picaduras de insectos o pelos encarnados. Las recurrencias genitales después del primer brote parecen estar relacionadas con el estrés, el cansancio, la falta de sueño, la menstruación y la fricción genital (nueva pareja sexual después de un tiempo sin sexo).